jueves, 20 de diciembre de 2007

Yo manifiesto el destino
de la humanidad para que todavía
muchos de Mis hijos humanos despierten
y cambien su modo de conducirse


Manifestación del Espíritu de Dios - Padre del año 1991


Quinta parte



Hijo Mío, mira: a lo que he hecho alusión, irrumpirá sobre pueblos y naciones. ¿Quieres pertenecer tú a esos pueblos? Tú mismo lo determinas, pues de Mí naciste libre; libre desde tu origen. Por ello tú mismo determinas si caminas en la luz de la divinidad - o si permaneces en la oscuridad; si te hundes en el oleaje del yo humano - o si te levantas en la gloria que he reservado para todos Mis hijos, el eterno SER, las moradas eternas puras, el Hogar eternamente puro, que es, permanece y existirá eternamente.

El tiempo va madurando. Las almas serán conducidas fuera, y almas cada vez más luminosas se encarnarán en una Tierra que se irá purificando y volviendo cada vez más luminosa.

Hijo Mío, ¿dónde estarás tú? Mira: a través de Mi Hijo, tu Redentor, quiero elevarte hacia Mí - más aún, Yo quiero estrecharte conscientemente de nuevo en Mis brazos, a ti, hijo Mío, irradiarte con Mi infinito amor de Padre y decirte:

Hijo, hijo Mío, mira, tú fuiste y eres eterno en Mí, y Conmigo estás en casa. Ven, da la vuelta, purifica tu alma con la fuerza de Cristo. Conviértete en un cristiano consciente que se encuentra verdaderamente en el seguimiento del Nazareno. Vuélvete un hijo consciente que irradia e irradia de por sí a todos el amor interno, no importa la fe que tengan.

Hijo Mío, siente: Yo Soy tu Padre, Yo te amo.

Porque Yo te amo infinitamente, aclaro, traigo ayuda y consuelo, te conduzco a través de Mi Hijo en el sendero hacia Mí.

Hijo de mi corazón, debes saber que eres inmortal, porque Yo Soy la Eternidad. Sólo tu cuerpo físico, el recubrimiento de tu alma, será devuelto a la tierra; pero tú, hijo Mío, estás en Mí eternamente.


¿Por qué, hijo, necesidades, enfermedades, desamparo, desconsuelo – por qué? Porque no crees en Mí. Porque sólo rezas con los labios y no cumples lo que está en ti: la grandeza del universo, la ley del universo, el amor Infinito.

Tú eres Mi hijo y Yo Soy tu Padre. Da la vuelta y sabe: Yo te conduzco de regreso a través de Cristo, tu Redentor. Cumple paso a paso los Diez Mandamientos y crecerás en la maravillosa y eterna ley del amor, que como ser en Mí eres tú eternamente.

Hijo Mío, en Mi Hijo, Yo Soy el pescador. Yo pesco en todos los países, en todos los continentes, en todas las ciudades, lugares, pueblos y comunidades. Yo pesco. Y allí donde también os encontréis: Yo estoy allí, hijo Mío, en ti; el gran Espíritu del universo, que se te manifiesta a través de boca profética.

Cambia y conviértete en Mi Voz que es la ley, y tú estarás conscientemente en Mí y Yo actuaré conscientemente a través de ti.

Mira: y cuando lleguen las tempestades, tú estarás allí dónde puedes ayudar. Estarás acogido y protegido. Yo Soy el que te lleva, el que te protege, porque Yo te amo.

Interiorízate y concibe: Mi Palabra es la ley del universo. Y si te has vuelto a convertir en la ley del universo, ya no se necesita de Mi Voz a través de boca humana. Tú eres entonces la voz del universo porque vives en Mí, totalmente consciente, puro, como existencia eterna, en la corriente del amor.

Continúa...

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